Una máquina extrusora es un sistema completo para el procesamiento continuo de plásticos y otros materiales viscosos, que incluye no solo la unidad extrusora principal, sino también todos los equipos periféricos necesarios para transformar la materia prima en un producto terminado. En su centro se encuentra la extrusora propiamente dicha, compuesta por un motor, caja de engranajes, husillo y cilindro, que trabaja para plastificar y bombear el material. Sin embargo, el término "máquina" implica una configuración más integrada. Esta generalmente comienza con componentes aguas arriba, como silos de almacenamiento de material, cargadores al vacío y secadores deshumidificadores, que garantizan una alimentación constante y seca hacia la tolva de la extrusora. El polímero fundido es luego moldeado mediante una matriz, una herramienta crítica y fabricada a medida que define la geometría de la sección transversal del producto. Inmediatamente después de la matriz, entran en funcionamiento los equipos aguas abajo: un dispositivo de calibración (que suele utilizar vacío y enfriamiento con agua) para solidificar la forma, un tanque de enfriamiento para completar el proceso, un tractor o extractor que proporciona tensión y arrastra el producto, y finalmente, una cortadora o bobinadora que lo embala según la longitud deseada. Toda la máquina está controlada por un sistema centralizado que sincroniza las velocidades del husillo de la extrusora, del tractor y de la cortadora, además de monitorear y controlar las temperaturas y presiones a lo largo de la línea. La eficacia de una máquina extrusora se mide por su estabilidad general, su tasa de producción y su capacidad para producir un producto con dimensiones, apariencia y propiedades físicas consistentes, lo que la convierte en un activo productivo complejo e intensivo en capital.