Un extrusor, en su definición más fundamental, es la unidad mecánica principal responsable de la acción continua de bombeo y plastificación en una línea de extrusión. Es el componente que convierte físicamente la materia prima polimérica sólida en un fundido presurizado. Las partes esenciales son un husillo giratorio alojado dentro de un cilindro estacionario y calentado. El husillo es el elemento principal, diseñado con una geometría específica para realizar varias funciones a medida que el material avanza a lo largo de su longitud. La sección de alimentación transporta los gránulos sólidos desde el depósito; la sección de compresión o transición compacta el material y, mediante una combinación de calor conducido procedente de los calentadores del cilindro y energía mecánica disipada por cizallamiento, lo funde; finalmente, la sección de dosificación homogeneiza el fundido y genera la presión necesaria para impulsarlo a través de la resistencia de la matriz. Los extrusores se caracterizan por el diámetro de su husillo (por ejemplo, 60 mm, 90 mm) y su relación Longitud/Diámetro (L/D), que normalmente oscila entre 24:1 y 36:1 para la mayoría de los termoplásticos, siendo una relación L/D más alta la que permite una fusión más gradual y una mejor mezcla. El sistema de accionamiento proporciona el par necesario para hacer girar el husillo, y el sistema de calentamiento/enfriamiento del cilindro gestiona el perfil térmico. Aunque un solo extrusor es una herramienta potente, su rendimiento depende completamente del funcionamiento sinérgico de los equipos auxiliares aguas arriba y aguas abajo para convertirse en un sistema de fabricación productivo.