Un perfil de rotura térmica es un componente especializado diseñado mediante ingeniería, típicamente una sección polimérica extruida, concebido para integrarse en un ensamblaje metálico—más comúnmente ventanas, puertas, muros cortina y soportes estructurales de aluminio o acero—con el fin de reducir drásticamente la transferencia de calor. Funciona como elemento aislante principal dentro de un sistema con rotura térmica, separando físicamente las partes metálicas interior y exterior para crear una barrera de baja conductividad térmica. Los perfiles de rotura térmica más avanzados y ampliamente especificados se fabrican con poliamida 66 reforzada con fibra de vidrio (PA66 GF25 o GF30), un material elegido por su combinación óptima de baja conductividad térmica (aproximadamente 0,28-0,32 W/m·K) y alta resistencia mecánica, incluyendo resistencia a compresión y cizallamiento, capaz de soportar las tensiones impuestas por el revestimiento metálico y las cargas estructurales. La geometría del perfil está cuidadosamente diseñada no solo para el rendimiento térmico, sino también para garantizar un agarre mecánico con el metal. En los sistemas de aluminio, esto se logra frecuentemente mediante el proceso de "vaciado y eliminación del puente", en el que la poliamida se vierte en un canal de la extrusión de aluminio y luego se elimina un puente de aluminio conectivo, o bien mediante un método de "insertado por laminado", en el que el metal se prensa mecánicamente sobre el perfil polimérico. El rendimiento de un perfil de rotura térmica se cuantifica por su capacidad para reducir la transmitancia térmica lineal (valor Psi) de todo el conjunto, contribuyendo directamente a un valor U reducido para la ventana o puerta. Más allá de la eficiencia energética, evita la condensación en los marcos interiores, mejora la comodidad de los ocupantes al mantener temperaturas superficiales más cálidas, y resulta esencial para cumplir con códigos internacionales estrictos de construcción y certificaciones de sostenibilidad como Passive House, LEED y BREEAM. Por tanto, el diseño, la selección del material y la precisión en la fabricación del perfil de rotura térmica son fundamentales para el éxito de cualquier sistema de carpintería arquitectónica o envolvente del edificio de alto rendimiento.