El diseño de moldes, particularmente en el contexto del inglés americano donde "mold" se escribe con una sola 'o', representa el proceso de ingeniería para crear sistemas de herramientas destinadas a la fabricación de componentes mediante procesos como fundición a presión y moldeo por inyección. Esta disciplina requiere conocimientos multidisciplinarios que abarcan ciencia de materiales, dinámica térmica e ingeniería mecánica. El proceso de diseño comienza con un análisis exhaustivo de la geometría del producto, identificando características que requieren acciones especiales de herramientas, como núcleos laterales para rebajes o núcleos colapsables para roscas internas. El diseño del sistema de alimentación es crucial, e incluye bebedero, canales de distribución y puntos de inyección optimizados para el material específico que se procesa, ya sea metal fundido para fundición a presión o polímero para moldeo por inyección. La ingeniería del sistema de enfriamiento emplea canales colocados estratégicamente para controlar las condiciones térmicas, con cálculos precisos de tasas de extracción de calor para mantener tiempos de ciclo constantes y estabilidad dimensional. El diseño del sistema de expulsión debe superar las fuerzas de adherencia del material sin dañar la pieza, incorporando pasadores, manguitos y placas desmontadoras posicionados en ubicaciones óptimas. Para geometrías complejas, se integran mecanismos adicionales como elevadores, deslizadores y dispositivos de desenroscado, junto con sistemas de accionamiento precisos. La selección de materiales se centra en aceros para herramientas cuyas propiedades se ajustan a la aplicación: resistencia a la fatiga térmica para fundición a presión, resistencia al desgaste para materiales abrasivos y capacidad de pulido para superficies de alto brillo. El diseño moderno de moldes utiliza ampliamente software de simulación para analizar patrones de flujo, eficiencia de enfriamiento e integridad estructural bajo condiciones operativas. El diseño también debe acomodar la expansión térmica, proporcionar ventilación adecuada para la salida de aire y garantizar la mantenibilidad durante toda la vida útil de la herramienta. El diseño de ventilación evita el atrapamiento de aire que causa defectos, mientras que los sistemas de alineación mantienen la precisión durante operaciones de alta presión. Un diseño exitoso de moldes proporciona un sistema de fabricación capaz de producir componentes de alta calidad con precisión dimensional constante y acabado superficial uniforme, operando de forma confiable durante cientos de miles de ciclos.