Una matriz de extrusión de perfiles plásticos es una herramienta compleja diseñada para producir formas plásticas continuas con secciones transversales no circulares. Su diseño constituye un ejercicio sofisticado en dinámica de fluidos e ingeniería práctica, cuyo objetivo es transformar un flujo cilíndrico fundido proveniente de la extrusora en una forma uniforme bidimensional. El desafío principal consiste en lograr una velocidad de salida uniforme en toda la superficie de la matriz. Dado que el polímero fundido debe recorrer trayectos y distancias diferentes para alcanzar distintas partes del labio de la matriz, el canal interno de flujo, o conducto de distribución, está cuidadosamente perfilado para restringir el flujo hacia las zonas fáciles de llenar y favorecerlo hacia las secciones más difíciles de alcanzar. Este proceso se conoce como equilibrado de flujo. La matriz suele estar compuesta por varias placas de acero sujetas con tornillos, cada una mecanizada para contribuir a una parte del camino final del flujo. La sección final, llamada zona paralela (land), proporciona una superficie paralela que estabiliza el material fundido y establece una caída de presión constante antes de la salida. La matriz también debe tener en cuenta la expansión de la matriz (die swell), fenómeno mediante el cual el producto extruido se expande tras salir de la matriz, así como la posterior contracción del plástico al enfriarse. Para materiales como PVC, ABS o poliolefinas, el diseño de la matriz variará significativamente según la reología específica del material. La matriz se fabrica con aceros para herramientas de alta calidad y endurecidos, para resistir el desgaste y la corrosión, e incluye sistemas precisos de control de temperatura mediante cartuchos calefactores y termopares, con el fin de mantener una temperatura óptima y constante del material fundido durante una producción de calidad.