Los gránulos de nailon reforzado GF25 son la forma física de este material compuesto, suministrados como pequeños gránulos fluidos listos para su procesamiento en máquinas de moldeo por inyección o extrusión. La forma de gránulo es fundamental para garantizar un manejo consistente y confiable en sistemas automatizados de alimentación. El proceso de composición para crear estos gránulos implica mezclar minuciosamente el polímero base de nailon con exactamente un 25 % en peso de fibras de vidrio cortas y troceadas en un extrusor de doble tornillo. Este proceso asegura que las fibras estén uniformemente distribuidas y bien humedecidas por la matriz polimérica, lo cual es esencial para lograr propiedades mecánicas uniformes en el producto final. Posteriormente, el compuesto fundido se granula mediante hilos en gránulos de un tamaño y forma específicos para favorecer un flujo suave. La calidad de estos gránulos es primordial; influye directamente en la estabilidad del procesamiento y en el rendimiento final de las piezas. Los principales indicadores de calidad incluyen un contenido constante de fibra de vidrio y una distribución uniforme de la longitud de las fibras, bajos niveles de humedad (ya que el nailon es altamente higroscópico) y la ausencia de contaminantes. Al recibirlos, estos gránulos deben secarse adecuadamente en un secador de tolva deshumidificador para reducir el contenido de humedad por debajo del 0,2 % (o incluso más bajo para aplicaciones críticas) antes del procesamiento, ya que la humedad residual puede provocar hidrólisis, conduciendo a una degradación del peso molecular y una pérdida severa de propiedades mecánicas durante el derretimiento. Cuando se procesan correctamente, los gránulos de nailon reforzado GF25 producen piezas con un acabado superficial superior, excelente resistencia mecánica y alta estabilidad dimensional, convirtiéndolos en una opción de material preferida por los ingenieros que diseñan componentes ligeros de alto rendimiento.