Las extrusoras son las unidades mecánicas centrales en los procesos de fabricación basados en la extrusión, utilizados principalmente en las industrias del plástico, alimentaria y metalúrgica. En el contexto de los plásticos, una extrusora es una máquina que transporta, derrite, homogeniza y presuriza de forma continua materiales termoplásticos. Sus componentes fundamentales son un husillo rotativo alojado dentro de un cilindro estacionario y calentado. La geometría del husillo está meticulosamente diseñada con diferentes secciones—alimentación, compresión y dosificación—para manejar eficientemente la transición de sólido a fundido y generar la presión necesaria para impulsar la masa fundida a través de una matriz. Las extrusoras se clasifican principalmente según su configuración de husillo. Las extrusoras de un solo husillo son las más comunes, valoradas por su simplicidad y eficacia en muchas aplicaciones de perfiles y láminas. Las extrusoras de doble husillo, que pueden ser co-rotativas o contra-rotativas, ofrecen una mezcla, desvolatilización y control superiores, lo que las hace ideales para la preparación de aditivos, el procesamiento de polvo de PVC o el manejo de polímeros sensibles al calor y cargados. El rendimiento de una extrusora se define por parámetros como el diámetro del husillo, la relación L/D (longitud/diámetro), la potencia del accionamiento y su capacidad para entregar un fundido estable y uniforme a una presión constante, lo cual constituye la base de un proceso de extrusión de calidad.