El mercado de extrusoras de tornillo único en venta abarca una amplia gama de equipos, desde modelos básicos de laboratorio hasta sistemas de producción sofisticados, cuyos criterios de selección van mucho más allá del precio inicial de compra e incluyen la eficiencia operativa, los requisitos de mantenimiento y la compatibilidad con los materiales previstos. Las especificaciones clave incluyen el diámetro del tornillo (que varía desde 19 mm para I+D hasta más de 150 mm para producción de alto volumen), la relación longitud-diámetro (típicamente de 24:1 a 36:1 para diferentes procesos), la potencia del motor y la capacidad máxima de producción. La calidad de construcción influye fundamentalmente en el rendimiento a largo plazo, con máquinas premium que incorporan cilindros bimetálicos para resistencia al desgaste, tornillos nitrurados o endurecidos con doble canal y cajas de engranajes reforzadas diseñadas para funcionamiento continuo. Las extrusoras modernas incorporan sistemas avanzados de control con interfaces PLC, gestión de recetas, capacidades de registro de datos e integración con equipos aguas arriba y aguas abajo. Los sistemas auxiliares suelen incluir unidades de control preciso de temperatura, sistemas de alimentación gravimétricos o volumétricos y configuraciones de calibrado al vacío adaptadas a productos específicos. El mercado de equipos usados ofrece alternativas económicas, pero requiere una evaluación exhaustiva del desgaste del tornillo y el cilindro, el estado de los rodamientos y la obsolescencia del sistema de control. Los nuevos desarrollos tecnológicos incluyen accionamientos vectoriales de CA eficientes en energía, diseños modulares del tornillo que permiten cambios de configuración y sistemas inteligentes de monitoreo que predicen las necesidades de mantenimiento. Las variaciones específicas del sector incluyen modelos de alta temperatura para plásticos técnicos, versiones resistentes a la corrosión para PVC o fluoropolímeros y configuraciones especializadas para recubrimiento de cables, extrusión de láminas o producción de perfiles. La evaluación del proveedor debe considerar la disponibilidad de soporte técnico, inventario de piezas de repuesto, recursos de formación y condiciones de garantía. Los cálculos del costo total de propiedad deben tener en cuenta el consumo energético, los programas de mantenimiento preventivo, posibles actualizaciones y los requerimientos de mano de obra operativa. La selección más adecuada ajusta exactamente las capacidades de la máquina a los requisitos de la aplicación, evitando tanto la subutilización de funciones premium como limitaciones operativas por falta de capacidad. Existen variaciones globales en estándares eléctricos, normativas de seguridad y requisitos de documentación que deben atenderse para la implementación internacional del equipo.