Para prevenir los puentes térmicos, es necesario adoptar una estrategia integral de diseño y construcción orientada a eliminar o reducir significativamente las trayectorias de alta transmisión de calor a través del envolvente del edificio. Los puentes térmicos se producen cuando materiales con alta conductividad térmica, como el aluminio, el acero o el hormigón, atraviesan o rodean la capa de aislamiento, creando zonas localizadas de pérdida de energía y superficies frías. Evitar estos puentes es fundamental para lograr eficiencia energética, confort para los ocupantes y durabilidad del edificio. Las estrategias clave incluyen el uso de marcos térmicamente rotos en ventanas y puertas, donde una tira de polímero interrumpe el marco metálico; la instalación de cortes térmicos estructurales en balcones, parapetos y otras conexiones estructurales que sobresalen a través de la capa de aislamiento; garantizar un aislamiento continuo (ci) sin huecos ni compresión; y un detallado cuidadoso en las uniones, como las conexiones entre muro-suelo y muro-techo, para mantener intacta la barrera de aislamiento. Se utilizan herramientas avanzadas de modelado, como software de simulación térmica, para identificar y analizar posibles puentes durante la fase de diseño. Al prevenir sistemáticamente los puentes térmicos, los edificios pueden alcanzar valores de U significativamente más bajos, reducir el riesgo de condensación, minimizar las necesidades de calefacción y refrigeración, y crear un entorno interior más cómodo, saludable y sostenible, lo que finalmente conduce a menores costos operativos y una menor huella de carbono.