El término "tornillo único" en el procesamiento de polímeros se refiere al componente central giratorio dentro de una extrusora de tornillo único, un elemento diseñado cuya geometría es fundamental para el rendimiento de la máquina. Lejos de ser un simple eje roscado, se trata de una pieza mecanizada con precisión diseñada para realizar múltiples funciones: transporte de material sólido, plastificación (fusión), mezcla, dosificación y bombeo. El tornillo generalmente se divide en tres secciones funcionales: la sección de alimentación, que recibe y transporta los gránulos sólidos de polímero; la sección de compresión o transición, donde la profundidad del canal disminuye progresivamente para comprimir el material, generando calor por cizallamiento y facilitando la fusión; y la sección de dosificación, que presenta un canal poco profundo y de profundidad constante para homogeneizar la masa fundida y generar una presión estable para la extrusión a través de la matriz. La relación de compresión —la proporción entre el volumen del canal en la sección de alimentación y el de la sección de dosificación— es un parámetro clave de diseño adaptado a las características específicas del polímero. Los tornillos se fabrican a partir de aceros de alta resistencia y resistentes al desgaste, y a menudo se someten a tratamientos superficiales mediante nitruración o se recubren con aleaciones especializadas como carburo de tungsteno para combatir el desgaste abrasivo. Los diseños avanzados de tornillos incorporan diversos elementos para mejorar el rendimiento. Los tornillos de barrera, por ejemplo, incluyen una segunda fileta que separa el polímero fundido de los gránulos sólidos para mejorar la eficiencia de fusión y la estabilidad del caudal. Se integran secciones de mezcla, como mezcladores Maddock o mezcladores con pasadores, para homogeneizar la temperatura y composición de la masa fundida. La selección del diseño de tornillo adecuado es fundamental, ya que influye directamente en resultados críticos del proceso, como la velocidad de salida, la calidad de la masa fundida, el consumo de energía y el grado de degradación del material. Es la interfaz principal entre la máquina y el material, y su optimización es esencial para lograr una producción de extrusión eficiente y de alta calidad en innumerables aplicaciones.