El término "molde de extrusión de PA" se refiere al sistema de herramientas especializadas, específicamente a la boquilla, utilizada en el conformado continuo del poliamida fundido en un perfil, tubo, lámina o filamento. Esta herramienta es un componente crítico que define la geometría final, la calidad superficial y la precisión dimensional del producto extruido. El diseño y fabricación de una boquilla para poliamida requiere una consideración cuidadosa de las propiedades reológicas y térmicas específicas del material. Un desafío clave es gestionar la contracción significativa y a menudo anisotrópica que ocurre cuando el fundido de PA semicristalino se enfría y solidifica. Por lo tanto, la geometría de la boquilla debe calcularse con precisión para compensar la expansión posterior a la salida del molde (die swell) y la contracción subsiguiente. La trayectoria de flujo dentro de la boquilla debe ser optimizada para evitar zonas muertas donde el material pueda estancarse, degradarse y causar puntos negros o geles en el producto. La longitud de la zona paralela, la sección final y paralela del canal de flujo de la boquilla, es crucial para estabilizar el flujo del fundido y garantizar dimensiones consistentes. El control de temperatura es fundamental; la boquilla generalmente está equipada con múltiples zonas de calentamiento independientes y, en ocasiones, circuitos de enfriamiento para mantener un perfil térmico uniforme a través del fundido. La resistencia al desgaste es otro factor crítico, especialmente al procesar grados de PA rellenos con fibra de vidrio, que son altamente abrasivos. En consecuencia, los moldes de extrusión para PA suelen construirse con aceros para herramientas de alta calidad y frecuentemente incorporan recubrimientos resistentes al desgaste o insertos endurecidos en áreas críticas. El diseño es una compleja interacción entre dinámica de fluidos, transferencia de calor y ciencia de materiales, orientada a lograr un proceso estable y un producto de alta calidad con estabilidad dimensional.